Me voy a un flamenquito bueno. Que se quitan toas las penas. A reirme de los peces de colores. Ya he fregao los platos, yo no, el lavavajilla, que pa eso lo tengo. Mucho telefono y muchas aclaraciones con carcajadas incluidas y me voy más contenta que unas pascuas.
¿Volveré? Claro que si, con algunas copas de más que a mi no me lo prohibe ni el medico ni el cirujano.