Amiga, no sabes cuanto siento lo que nos cuentas.
Y me siento impotente, pues me es imposible ponerme en tu lugar.
No sé cuanto una persona puede aguantar; pero tu eres una martir de un hombre que no te sabe apreciar. Me figuro que tu madre te dice que tienes que comer con la cuchara que has elegido, pero yo no se si eso debe de ser así.
Se que tu a pesar de todo lo amas, porque si no no lo perdonarías una y otra vez y lo habrías dejado hace tiempo. Pero cada casa es un mundo y nadie podemos intervenir ni aconsejar. Yo si se bien lo que yo haría, pero todos no somos iguales.
Te deseo toda la paciencia del mundo Y velo toreando hasta que ya no puedas más, pero tu vida es sagrada y no puedes ni debe atentar contra ella. Como buena luchadora que eres sigue adelante y piensa en tus hijos que te necesitan
Un beso muy fuerte
Amaly