EL CONJURO DEL AMOR
Una
vez, un guerrero indígena muy respetado y la hija de una mujer que
había sido matrona de la tribu, se enamoraron. Se amaban profundamente
y habían pensado en casarse, para lo cual tenían el permiso del cacique
de la tribu.
Pero antes de formalizar el casamiento fueron a ver al
brujo, un hombre muy sabio y muy poderoso, que tenía elixires,
conjuros, y hierbas increíbles, para saber si los astros estaban a su
favor, si los Dioses los iban a proteger.
El brujo les dijo que ellos eran buenos muchachos, jóvenes y que no había ninguna razón para que los dioses se opongan.
Entonces
ellos le dijeron que querían hacer algún conjuro que les diera la
formula para ser felices siempre... El brujo les dijo: "Bueno, hay un
conjuro que podemos hacer, pero no sé si están dispuestos, porque es
bastante trabajoso".
"Sí, claro", le dijeron.
Entonces el brujo le pidió al guerrero que:
1) escale la montaña más alta
2) busque allí al halcón más vigoroso,
3) el que vuele más alto,
4) el que le parezca más fuerte,
5) el que tenga el pico más afilado,
6) y que vivo, se lo traiga.
Y el brujo le dijo a ella:
1) a ti no te va a ser tan fácil:
2) vas a tener que internarte en el monte
3) buscar el águila que te parezca que es la mejor cazadora,
4) la que vuele más alto,
5) la que sea más fuerte,
6) la de mejor mirada,
7) vas a tener que cazarla sola, sin que nadie te ayude y vas a tener que traerla viva aquí.
Cada
uno salió a cumplir su tarea. Cuatro días después volvieron con el ave
que se les había encomendado, y le preguntaron al brujo: "¿Ahora qué
hacemos? ¿Las cocinamos? ¿Las comemos? ¿Tomamos su sangre?... ¿Qué
hacemos con ellas?"
El brujo les dijo: "Vamos a hacer el conjuro, que se llamará “EL CONJURO DEL AMOR”... ¿Volaban alto?"
"Sí", le dijeron.
El brujo preguntó a ambos: "¿Eran fuertes sus alas, eran sanas, independientes?
"Sí", contestaron.
"Muy bien", dijo el brujo, "Ahora átenlas entre sí por las patas y suéltenlas para que vuelen".....
Entonces
el águila y el halcón comenzaron a tropezarse, intentaron volar, pero
lo único que lograban, era revolcarse en el piso y se hacían daño
mutuamente, hasta que empezaron a picotearse entre sí.
El brujo de la tribu les dijo: "Este es el conjuro: si ustedes quieren ser felices para siempre:
VUELEN INDEPENDIENTES Y JAMÁS SE ATEN EL UNO AL OTRO"...
Jorge Bucay
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