Lucas, 22, 14-23 y 56
Cuando era la hora, se sentó a la mesa, y con él los apóstoles.
Y les dijo: ¡Cuánto he deseado comer con vosotros esta pascua antes que padezca!
Porque os digo que no la comeré más, hasta que se cumpla en el reino de Dios.
Y habiendo tomado la copa, dio gracias, y dijo: Tomad esto, y repartidlo entre vosotros;
porque os digo que no beberé más del fruto de la vid, hasta que el reino de Dios venga.
Y tomó el pan y dio gracias, y lo partió y les dio, diciendo: Esto es mi cuerpo, que por vosotros es dado; haced esto en memoria de mí.
De igual manera, después que hubo cenado, tomó la copa, diciendo: Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre, que por vosotros se derrama.
Mas he aquí, la mano del que me entrega está conmigo en la mesa.
A la verdad el Hijo del Hombre va, según lo que está determinado; pero ¡ay de aquel hombre por quien es entregado!
Entonces ellos comenzaron a discutir entre sí, quién de ellos sería el que había de hacer esto....
Pero una criada, al verle sentado al fuego, se fijó en él, y dijo: También éste estaba con él.