¿No es más bien el ayuno que yo escogí, desatar las ligaduras de impiedad, soltar las cargas de opresión, y dejar ir libres a los quebrantados, y que rompáis todo yugo?
Entonces invocarás, y te oirá Yahvéh; clamarás, y él dirá : Héme aquí. Si quitares de en medio de ti el yugo, el dedo amenazador, y el hablar vanidad;
Yahvéh te pastoreará siempre, y en las sequías saciará tu alma, y dará vigor a tus huesos; y serás como huerto de riego, y como manantial de aguas, cuyas aguas nunca faltan...
entonces te deleitarás en Yahvéh;
y yo te haré subir sobre las alturas de la tierra...
La boca de Yahvéh ha hablado.
De Isaias en el capitulo 58