La fiesta de la entrada de Jesús en Jerusalém precede directamente la Samana Santa,y esta proximidad inmediata de la fiesta,justo antes de la Pasión y de la muerte en Cruz del Salvador,pone de alguna manera sobre la celebración de esta fiesta, el sello de la Pasion.Hasta el mismo día que Jesús escogió,prefigura el sacrificio expiatorio.
San Ambrosio de Milán indica: "Hay que notar, el día en que Jesús entra en Jerusalém; era el noveno día del mes,cuando los Israelitas escogían el cordero para la Pascua y que inmolaban el decimocuarto día del mes.En efecto,Jesús,el verdadero Cordero de Dios,que debía sufrir la crucifixión el viernes,entró en Jerusalém,el día en que se escogía el cordero para la Pascua."
Pero no solamente,el sello de la pasión cercana,sino también la proximidad de la Resurrección de Jesús.La entrada misma en Jerusalém,donde la dignidad real de Cristo se manifiesta con tanta evidencia y que se vió en que Jerusalém entera salió a su encuentro;ésto es un testimonio de la Resurrección,(a travez de la imagen),de la segunda venida de Cristo,y del Reino futúro,en el cual Cristo será "Todo enTodos".
(...)Este simbolísmo es una propiedad inalienable de la Teología nacida en las profundadades de la Iglesia y ningun acontecimiento sagrado,podría ser plenamente significado y explicado fuera de esta comprension simbólica.Sin ello no se podría comprender y aun menos realizar un solo icono."
(Extraido del "Cuadernos de un Iconografo" (Ruso)