Christoph Willibald Gluck
Christoph Willibald Gluck (1714-1787)
El hombre que condujo a la ópera hacia el período clásico nació en Bohemia, en 1714, el hijo mayor de un inspector forestal. El próspero padre de Gluck había abrigado esperanzas de legar su profesión a su hijo, pero el muchacho tenía otros intereses. Aún adolescente, Gluck huyó de su casa para hacerse músico.
La educación musical de Gluck lo llevó a recorrer Europa. Tocó el órgano en la famosa Iglesia de Nuestra Señora de Tyn, en Praga. En Viena, fue músico de cámara del Príncipe Lobkowitz. En Milán, compuso su primera ópera, Artaserse, a los 27 años. Su éxito le traería otros siete encargos de teatros italianos. Gluck compuso otras dos óperas para un teatro londinense y fue en Inglaterra que fueron impresas sus primeras obras publicadas. Trabajó en Copenhague, Sajonia, Dresden, Nápoles, y muchos otros lugares. A sus treinta y pocos, Gluck era un artista verdaderamente cosmopolita, bien versado en el género operístico favorito de la aristocracia internacional: la ópera seria.
En 1750, Gluck se casó con una joven vienesa llamada Anna Maria Bergin. La unión fue más que una boda: fue una prudente inversión en su carrera. La dote de Anna Maria estabilizó financieramente al compositor, y las conexiones de su esposa le ayudaron a recibir encargos de la Corte Imperial de Viena. En 1752, la pareja se radicaría permanentemente en Viena y Gluck se tornaría de inmediato en una figura importante de la vida musical de la ciudad. Durante esta época, su ópera Antigono triunfaría en Roma, y el Papa lo nombraría Caballero de la Orden de la Espora Dorada — honra que más tarde también le sería otorgada a Mozart.
Su obra, Orfeo ed Euridice, es la primera de las llamadas “óperas reformadas”. Orfeo ed Euridice no contenía ningún par de amantes complicados ni tramas complejas. El libreto era simple, la música clara, sin ornamentos, y dramática. El coro y el ballet cumplían papeles importantes en el drama. Orfeo ed Euridice causó conmoción.
Después de revolucionar la ópera vienesa, Gluck tornó su vista hacia París. Su Iphigénie en Aulide fue aceptada por la Académie Royale de la Musique de París.
El éxito de Gluck amenazó a los simpatizantes de la vieja tradición de la ópera cómica italiana, quienes trajeron a París al compositor italiano Piccini como su paladín. El director de la Opéra Marmontel se colocó del lado de Piccini, ridiculizando el estilo experimental de Gluck. El debate entre lo viejo y lo nuevo, lo alemán y lo italiano, la poesía y la música, consumió a París. Los dos compositores intentaron mantenerse fuera de la riña, pero sus seguidores llegaron hasta la lucha física en las casas de ópera de París. Finalmente Marmontel pidió a ambos hombres que pusieran música a Iphigénie en Tauride. La ópera de Gluck se estrenó primero y se convirtió en su mayor éxito operístico. Al comprender que había sido derrotado, Piccini eventualmente regresó a Italia.
En 1779, Gluck sufrió el primero de una serie de derrames que lo privó de sus viajes a París. Tras un intento de continuar trabajando en Viena, se vio forzado a retirarse y dejar atrás su vida activa. Falleció en 1787. Tenía 73 años.
Orfeo y Euridice
Orfeo – Desconsolado con la muerte de su esposa Eurídice, recibe permiso de los dioses para viajar al mundo de los muertos y traerla de regreso a la vida.
Eurídice – Esposa de Orfeo. Cuestiona el amor de su marido mientras él lucha por salvarla de la muerte.
Amor/Cupido – La diosa del amor. Permite que Orfeo pruebe que el amor es más poderoso que la muerte.
Pastores, furias, demonios y espíritus benditos.
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