Un judío le dice a su amigo gallego:
JUDIO- Tengo un truco para comer gratis
GALLEGO- Fantástico, cuéntame como haces.
JUDIO- Voy al restaurante, bastante tarde, pido un entrante, plato principal, quesos, postre y me tomo todo mi tiempo para tomarme un café, un Coñac y un buen puro y espero a que cierren. Como y ni me mueve, cuando ya levantaron todas las mesas, dieron vuelta las sillas sobre las mesas para barrer, viene el mozo a preguntarme si le puedo ir pagando porque ya se van, entonces le respondo: "Pero si ya le pagué a su colega que se fue antes". Es así de simple.
El catalán entonces le dice:
GALLEGO - Qué genial, ¿probamos juntos mañana?
JUDIO - Bien, le contesta el judío.
La noche siguiente los dos compadres van al restaurant: entrada, plato principal, quesos, postre, etc.
Llega el momento de cerrar, se acerca el camarero, les pregunta si les puede cobrar y el judio le dice:
JUDIO - Lo siento, pero ya le pagamos a tu colega que ya se fue.
Y el gallego agrega:
GALLEGO- Estamos desde hace rato esperando el cambio