Nuestras
lenguas
gimieron juntas
en más de mil batallas .
Nuestras bocas
guardaron mil besos
cargados de deseos,
en tus senos anidaron
nuevas sensaciones
que te extremecieron .
Y juntos . . . . . . .
Inventamos esa mezcla
tan nuestra
vacía de palabras,
que carecían de sentido
al recorrernos .
Tal vez sea por ello
que nunca nos juramos
un amor eterno .
Rafael2010@derechosreservados
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