Monastirak
En antiguas entradas ya hemos conocido las hermosas bellezas que presenta Grecia y en esta ocasión visitaremos un lugar de gran hermosura por sus pintorescos entornos que conquistan a los turistas.
Estamos hablando de la famosa plaza Monastiraki, en Atenas, denominada así debido a la iglesia ortodoxa Panayia Pantanassa, y constituye un lugar de gran movimiento comercial y social.
Los diferentes mercados representan una gran opción para adquirir todo tipo de productos de todo tipo desde antigüedades hasta comestibles, libros e incluso figurillas muy buscadas por los viajeros.
Un sitio de gran referencia histórica, ya que data de los cuatro siglos en que permaneció la presencia turca en la zona, siendo en la actualidad un paseo obligado para toda persona que desee conocer un poco de la cultura griega.
Linterna de Lisicrates
En el helenismo temprano, las novedades arquitectónicas que encontramos se concentran en algunos edificios civiles y monumentos menores como en este caso. La Linterna de Lisícrates fue levantada en la época de Alejandro (336-323 a. C.) en Atenas como homenaje al ganador de un prestigioso concurso teatral. El trípode se erige sobre una base arquitectónica que destaca por su riqueza decorativa y en la que podemos observar capiteles corintios, orden que normalmente se reserva para el interior de los templos.
Aeropago
El Areópago (en griego antiguo Ἄρειος πάγος Areios pagos) o ‘colina de Ares’, era un monte situado al oeste de la Acrópolis de Atenas, sede del Consejo que allí se reunía. Inicio: 480 a. C. – Fin: 425 d.C.
Según la leyenda, se llamaba así porque Ares había sido juzgado por los dioses y exonerado de ser ajusticiado gracias a la intervención de Halirrotio, hijo de Poseidón, que había violado a la hija de Ares, Alcipe. Por otra parte, y también según la leyenda, allí fue juzgado Orestes por el asesinato de su madre Clitemnestra.
En su origen, el consejo del Areópago dependía del rey y se componía únicamente de Eupátridas, la influencia de éstos aumentaba a medida que iba disminuyendo el poder del rey, hasta el siglo VII a. C., en el que ya, éstos últimos, llegaron a gobernar.
Tras las reformas de Solón, sus miembros eran escogidos entre los arcontes (magistrados) cuyos cargos eran inamovibles, y representaban a los ricos en oposición a los aristócratas, si bien constituían un organismo menos exclusivo. Este tribunal controlaba a los magistrados, interpretaba las leyes y juzgaba a los homicidas. Sus poderes políticos fueron recortados y, en cierta medida, limitados por Clístenes, pero mantuvieron el poder hasta las Guerras Médicas. Con el rápido progreso de las instituciones democráticas, sus poderes resultaban incongruentes. Los arcontes perdieron su prestigio y su poder político en el 487 a. C., ya no eran escogidos entre los hombres más importantes de la sociedad, sino que eran elegidos por sorteo.
Efíaltes, en el 462 a. C. Les retiró la custodia de la constitución con lo que su competencia disminuyó. Conservaron, no obstante, su función de tribunal para juzgar los asuntos criminales, pero perdieron toda su importancia política.
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