Según todos los diccionarios monolingües españoles el sustantivo sartén pertenece al género femenino, así también el diccionario de la Real Academia en su última edición, aunque éste observa que hay regiones, sobre todo en América, donde se dice el sartén. Algunos puristas condenan el uso de el sartén, aunque la RAE parece dispuesta a no condenar ninguna variante de la lengua.
Lo que no hay es que confundir los usos diferentes con la ambigüedad. Se lee a veces que sartén es un sustantivo ambiguo. Los nombres ambiguos son aquellos que se refieren a un grupo de nombres no animados que carecen de un género gramatical definido. A veces, como el caso de mar, el uso del determinante femenino indica un sentido afectivo; así, la gente de mar usualmente hablan del mar con determinantes femeninos: Estaba la mar brava. Ejemplos de nombres ambiguos no diferenciados: caparazón, calor, mar, azúcar, canal, lente, puente.
No son ambiguos algunos nombres que aunque tienen una sola forma, significan cosas distintas en masculino y en femenino: el capital – la capital, el orden – la orden, el guardia – la guardia, el capital – la capital.
No son tampoco ambiguos: sartén, radio, etc., que en algunas variedades del español, es decir, en algunas regiones, son masculinos, mientras que en el uso peninsular estándar son femeninos.
Los defensores del género masculino de sartén suelen argumentar que, aunque en latín sartago era femenino, en general, todos los sustantivos terminados -én son masculinos: andén, edén, almacén, terraplén, y que por eso herrén y llantén, que eran femeninos en latín (ferrago, plantago), se han hecho masculinos en castellano. Creen que sucede lo mismo con sartén.
Según el diccionario de la Real Academia Española (DRAE), sartén pertenece al género femenino, aunque la RAE observa que “en muchos lugares de América y España es usado como masculino”. Parece que el sartén es uso general en Venezuela, Chile, Nicaragua, y en general, en gran parte de América y que el empleo de la forma masculina está documentado también en Asturias, Bilbao, Canarias y en el judeo-español. Yo he nacido en Asturias y jamás he oído a nadie decir el sartén.