Maimo, sigue en la Meseta y en esta ocasión dirige sus pasos hacia tierras de buenos pastos, ya que Flor su querida camella está harta de pienso y desea saborear la fresca hierba y revolcarse en ella.
Encamina sus pasos a un pueblecito al sur de la Sierra de Gredos y en pleno Valle del Tietar, donde existe un maravilloso microclima que facilita el mantenimiento de una exhuberante floray donde se dan cultivos como la naranja y el Kiwi.
Politicamente en un tiempo este pueblo y su zona perteneció a Toledo.
Un abrazo
Abde