UNA CONCILIADORA PARA LA IGLESIA
Uno de los mayores logros de Santa Catalina fue su labor de llevar de vuelta el Papado a Roma a partir de su desplazamiento a Francia. Asimismo, se la llego a reconocer como conciliadora – ella comenzó ayudando a resolver varios
conflictos familiares, y luego su trabajo se amplió para incluir el establecimiento de la paz en las ciudades estados italianas. Por ejemplo, en 1375, Santa Catalina tuvo noticias a través de Fray Raimundo de que la gente de Florencia se había adherido a una liga que estaba en Sede. El Papa Gregorio XI, que residía en Avignon, escribió a la ciudad de Florencia, pero sin éxito. Ocurrieron divisiones internas y asesinatos entre los florentinos, y contra de la Santa pronto se demandó su reconciliación.. Santa Catalina fue enviada por los magistrados de la ciudad como mediadora. Antes de llegar a Florencia, se reunió con los jefes de los magistrados, y la ciudad encomendó toda la situación a su criterio, con la promesa de que debía ser seguida a Avignon por sus Embajadores, quienes debían firmar y ratificar las condiciones de reconciliación y confirmar cada cosa que había hecho. Su Santidad, luego de haber tenido una conferencia con ella, en admiración de su prudencia y santidad, le manifestó:
Las cartas de Santa Catalina son consideradas como una de las grandes obras de principios de la literatura Toscana.
Ella escribió 364, y más de 300 de ellas se conservan en la actualidad. En sus cartas dirigidas al Papa, a menudo se refería al mismo con afecto como "Papa" o "Papi" ("Babbo" en italiano).
Aproximadamente un tercio de sus cartas estaban dirigidas a mujeres. Otros destinatarios incluyen a sus diversos confesores, entre ellos Raimundo de Capua, los reyes de Francia y Hungría, la Reina de Nápoles y numerosas figuras religiosas.
Su otra obra magistral es el "Diálogo de la Divina Providencia," un diálogo entre el alma y Dios. Registrado entre 1377 y 1378 por los miembros de su círculo. A menudo considerada como una analfabeta, Santa Catalina es reconocida por Raimundo en su biografía como capaz de leer latín e italiano, y otro hagiógrafo, Tommaso Caffarini, manifestó que la santa podía escribir.
El Papa Pío II canonizó a Catalina en 1461, y el Papa Pablo VI le otorgó el título de Doctora de la Iglesia en 1970, haciéndola una de las primeras mujeres en recibir este honor. Su Fiesta es el 29 de abril.
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Contemplativa-
"Probé y vi con la luz de mi inteligencia
y en tu luz, eterna Trinidad,
y la inmensidad de tu abismo,
y la belleza de tu criatura.
¡Abismo! ¡Eterna Trinidad! ¡Divinidad! ¡Océano profundo!
¿Y qué podrías -tu dar mejor que tú mismo?
Eres el fuego que quema siempre y no se apaga nunca;
Consumes por tu calor todo amor egoísta del alma.
Eres el fuego que disipa toda frialdad,
Y enciendes los espíritus de tu luz,
Esta luz por la cual me diste a conocer tu verdad…
Es en la fe, este espejo de la luz, que te conozco;
Eres el soberano bien,
bien que excede todo bien,
Bien que da la felicidad…
Belleza sobre toda belleza,
Sabiduría sobre toda sabiduría:
ya que eres la Sabiduría misma,
eres el alimento de los ángeles,
que en el calor de tu amor se dió a los hombres."