"La libertad es la prevención del control por otros. Esto requiere auto-control y, por lo tanto, influencias religiosas y espirituales; educación, conocimiento, bienestar." --Lord Acton
John Emerich Edward Dalberg Acton -Primer Barón Acton de Aldenham- nació en Nápoles, Italia, el 10 de enero de 1834. Su padre, Sir Richard Acton, era descendiente de una familia inglesa de sólida reputación, y su madre, la Condesa Marie Louise de Dalberg, provenía de una familia de Rhenish, que era considerada la segunda en status, después de la familia imperial alemana. Tres aøos después de que su padre muriera, su madre se casó con Lord George Leveson (luego conocido como Conde Granville, Canciller de William Gladstone), y se mudó con la familia a Gran Bretaøa. Con su educación y origen cosmopolita, Acton se sentía cómodo tanto en Inglaterra como en el Continente, y creció hablando inglés, alemán, francés e italiano.
Impedido de estudiar en la Universidad de Cambridge por ser católico, John Acton estudió en la Universidad de Munich con el famoso historiador eclesiástico Ignaz von Dùllinger. A través de las enseñanzas de Döllinger, Acton aprendió a considerarse a sí mismo como un historiador. Siendo joven cultivó una gran afición por políticos como Edmund Burke, perteneciente al partido de los Whig, pero pronto se convirtió en liberal. El tiempo que pasó con Döllinger también le permitió ampliar su aprecio y conocimiento de las teologías católica y reformada. A través de sus estudios y de su propia experiencia, Acton tomó aguda conciencia del peligro que cualquier persecución, política o religiosa, trae consigo para la conciencia individual.
A través de la influencia de su padrastro, Acton se dedicó a la política electoral y entró en la Cámara de los Comunes en 1859, como miembro del distrito electoral irlandés de Carlow. En 1869, Gladstone premió a Acton por sus esfuerzos en favor de las causas políticas liberales ofreciéndole el título de Lord.
Anteriormente Acton había adquirido el periódico Rambler, convirtiéndolo en un periódico católico liberal dedicado a la discusión de asuntos e ideas sociales, políticas y teológicas. A través de esta actividad y a través de su participación en el primer Concilio Vaticano, Lord Acton fue reconocido como uno de los más fervientes defensores de la libertad religiosa y política. Él sostenía que la Iglesia cumple fielmente su misión alentando la búsqueda de la verdad científica, histórica y filosófica y promoviendo la libertad individual en el mundo de la política.
Durante las décadas de 1870 y 1880 se vio continuar el desarrollo del pensamiento de Lord Acton acerca de la relación entre la historia, la religión y la libertad. Durante ese período Acton comenzó a delinear una historia universal que documentara el progreso de la relación entre la virtud religiosa y la libertad personal. Acton se refería a su trabajo como una "teodicea", una defensa de la bondad de Dios y de su providencial cuidado del mundo.
En 1895 Lord Acton fue elegido Profesor Regio de Historia Moderna en la Universidad de Cambridge. Desde este puesto profundizó su visión de que la búsqueda de la verdad por parte de los historiadores conlleva la obligación de emitir juicios morales sobre la historia, aún cuando esos juicios desafíen la propia opinión. A pesar de que nunca concluyó su anticipada historia universal, Lord Acton delineó la Historia Moderna de Cambridge y dio conferencias sobre la Revolución Francesa, Historia Occidental desde el Renacimiento, y la historia de la libertad desde la Antigüedad hasta el siglo XIX.
Cuando murió en 1902, Lord Acton fue considerado una de las personas más sabias de su época, inigualado por la amplitud, profundidad y humanidad de su conocimiento. Se ha hecho famoso para las generaciones futuras por su observación -resultado de muchos años de estudio y experiencia personal- de que "el poder tiende a corromper, y el poder absoluto corrompe completamente".
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Dictum de Acton
Se conoce como dictum de Acton a una célebre frase acuñada por el historiador en 1887. En su redacción original decía:
Power tends to corrupt, and absolute power corrupts absolutely.
La frase ha sido traducida de diversas formas:
El poder corrompe y el poder absoluto corrompe absolutamente.
O, más literalmente:
El poder tiende a corromper y el poder absoluto corrompe absolutamente.
La frase se suele utilizar para zanjar comentarios provocados por los casos de corrupción que se dan en instituciones o ámbitos políticos, religiosos, militares, patronales, sindicales, etc., comprobándose que el control del poder no existe o se encuentra maniatado por el miedo o por el interés.
Lord Acton remitió una carta al obispo Mandell Creighton, autor de una monumental Historia del Papado, que no era contundente al juzgar la conducta de algunos papas. A esto Acton replicó:
No puedo aceptar su doctrina de que no debemos juzgar al Papa o al Rey como al resto de los hombres con la presunción favorable de que no hicieron ningún mal. Si hay alguna presunción es contra los ostentadores del poder, incrementándose a medida que lo hace el poder. La responsabilidad histórica tiene que completarse con la búsqueda de la responsabilidad legal. Todo poder tiende a corromper y el poder absoluto corrompe absolutamente. Los grandes hombres son casi siempre hombres malos, incluso cuando ejercen influencia y no autoridad: más aún cuando sancionas la tendencia o la certeza de la corrupción con la autoridad.