A LA ATENCIÓN DE FRANK - LA DANZA EN EL CAMINO

Mi buen amigo

Muy interesante todos los artículos que estás poniendo sobre las normas que imponia la Iglesia para los que no se confesaban, tenian que confesarse siempre con el mismo sacerdote para q así él llevara mejor su historial jajajaa

He sabido que la confesión no la cita los Evangelios sinó que son normas impuestas por la Iglesia

Todo esto que he leido me ha respondido a la pregunta que hice sobre las dudas que tenia ante la confesión, la verdad hace tiempo que no confesaba porque como dije en su momento, no me fiaba del sacerdote,

Gracias por aclararme todas mis dudas y mi tranquilidad de conciencia

Un abrazo

Estimada amiga CELIAN.

Me da alegría saber que por los escritos que mando, al menos te sirvan para tranquilizar tu conciencia. Algo, y muy importante ganamos, pues bastante miedo nos menten con tantos "inventos humanos", que se van cambiando con el tiempo, y que tiene nula base evagélica. Son imposiciones para tenernos como "menores de edad" y junto con el temor irracional al Padre de nuestro Jesús de Nazaret, no pensemos y admitamos tantos "dogmas" absurdos, que nos hacen esclavos más que en hermanos en la fe.

No nos olvidemos que en la parábola de los talentos, la perdición del que recibió un talento y lo escondió, se produjo exactamente porque tuvo miedo. La clave de la parábola está en comprender que el Dios que asusta y produce angustia, el Dios exigente y amenazante, paraliza a la persona, bloquea sus posibilidades, su creatividad, su capacidad de producir. Y todo eso termina, en definitiva, por ser la perdición para el que cree en semejante Dios.

Ánimo, amiga, amar a Jesús de Nazaret, seguir su Doctrina, está muy lejos de el temor infundado al Padre, el que recibe al hijo pródigo con besos, abrazos y fiesta.

Ayyyyyy amigo cuanta falta me hacias jajajaj porque ahora me surge otras de mis dudas, tengo tantas......

En la cena de Pascua, la última cena, Jesús le dió a sus discipulos el pan diciendo" este es mi cuerpo que será entregado por vosotros haced esto en memoria mia, lo mismo hizo con el caliz esta es mi sangre derrramada por vosotros haced esto cada vez que bebais en memoria mia " ( en bachiller teniamos a una monja que nos mató estudiando religión de ahi todavia vienen mis dudas, no encontré a una persona con tú)

Para poder yo recibir en nombre de Dios ese caliz y ese vino, la Eucaristia, necesito hacerlo por medio de la Iglesia y por medio del sacerdote o ¿ hay alguna forma que yo no sepa?

La verdad no sé si será correcto o molestaré a las demás con mis preguntas, lo he pensado, pero tambien me he dicho que a lo mejor hay personas que no les guste desnudar su alma como yo lo estoy haciendo y le viene bien leerlo

Celian, haces lo correcto.

Los amigos estamos para ayudarnos.

Y el hecho que tu encuentres en Frank esa persona que te saca de dudas y te ayuda por el camino de tu fé. ¡¡Bendito sea!!

Estimada CELIAN.

La Eucaristía (del griego: eucharistia, "acción de gracias") es uno de los principales ritos cristianos, llamado también comunión, "Cena del Señor"^[^1] o "Santa Cena".

Quien realiza este acto es únicamente el sacerdote y los materiales son el pan y el vino.

Sólo el sacerdote válidamente ordenado puede celebrar válidamente la Eucaristía. Para la licitud se requiere además que no esté impedido por ley canónica.

En la Iglesia Católica Apostólica Romana y la Iglesia Católica Ortodoxa, la Eucaristía es la fuente y culmen de toda vida cristiana.

En la Reforma Protestante rechazaron unánimemente el carácter sacrificial de la Eucaristía. Por lo mismo no aceptaron el papel del sacerdote en la consagración de la hostia, sino que consideraron que leer las partes de la Escritura correspondientes a la Cena del Señor y partir y distribuir el pan y repartir el vino podían ser funciones asignadas a cualquier cristiano asistente a la Cena.

AHORA BIEN: en la iglesia católica la comunión la puede dar tanto un seglar, mujer u hombre, autorizado para ello, igual que si la da un sacerdote. Pero ha de ser con hostia consagrada de antemano.

No sé si con esto contesto a tu pregunta, pues meternos en el “berenjenal” teológico del tema, sería largo de contar.