Me ha llamado Jesus para decirme, que le disculpemos por no poder entrar.
Su casa se ha convertido en un hospital, un virus ha atacado a la familia y que está haciendo de enfermero, cocinero, camarero y cuerpo casa.
Que espera que el lunes hayan pasado las maluras.
Así es y así os lo cuento.
Abrazos de su parte para todos.
Amaly