CONÓCETE a ti mismo. Es suficiente
para saber del mundo su misterio.
Pues nada hay en los cielos ni en la tierra
que en cada humano no tenga su centro.
Conoce la verdad de que tú eres
el objeto primero de tu encuentro,
y que partiendo sólo de ti mismo,
puedes llegar a descubrir el universo.
Conoce el núcleo aquel que en tu alma pone
de lo débil la fuerza al descubierto;
y acepta que, el camino de los astros,
es de luz aún habiendo ellos muerto.
Conócete como hambre de infinito
¡y te sabrás como destino eterno!
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(A.Lopez Baeza.Sacerdote)
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QUETAL