Allí, en algún lugar, en alguna de esas calles perdidas en la distancia...quedó dormida mi infancia, mi timidez, mi inocencia. Quisiera ir a buscarlas, recuperarlas de nuevo, encontrarme con la niña que fui, con la niña que soñaba... sí, que soñaba, con esa niña que muchas veces se agita dentro de mi y atenaza mi garganta como queriendo salir, pero eso es imposible... Y a pesar de todo, cierro los ojos y me miro hacia dentro y busco entre los recuerdos y los sueños. Navego en ese mar de la memoria incierta, salpicada de momentos, de horas, de instantes que, en algún punto de mi vida, se perdieron en el tiempo. Y en esta búsqueda de ilusiones ya olvidadas, de deseos no cumplidos, de sueños que despertaron voy reencontrando a la niña que buscaba y mil sonrisas se dibujan en mi alma, y en el aire voy dejando pinceladas de colores...del color de la esperanza, que sabe tener paciencia, que sabe esperar y espera...
Después, cuando abro los ojos, respiro hondo y me siento satisfecha. Satisfecha del reencuentro con la niña que fui y que sigue dentro de mi para, en los momentos difíciles, recordarme que existe la esperanza, que no deje de soñar, que no pierda la ilusión, que el camino no se acaba, que me queda por andar, que los deseos se cumplen si deseas de verdad.... Que no olvide, que recuerde... porque no es bueno olvidar.
Lou. |