CELIAN. Leída tu respuesta a la que te puse, el primer lugar decirte que no va dirigida a ti, en particular, mi “filipina” (reprensión), Ignoraba que tú habías puesto algunos de mis mensajes en otros grupos. Y si además, indicaba su procedencia y/o autoría, pues sería más bien para agradecértelo. No, no iba por ti mi escrito. Iba por otra persona que ha dado la callada por respuesta. Y es cierto que tú has respondido con agrado a mis mensajes, cosa que no sabes como se agradece, cuando es uno el que confecciona los dibujos y adaptarlos a los textos que se insertan. No se trata de copiar y pegar, cosa que se suele hacer mucho; unos citando su correspondiente autor o la fuente, como debe ser. Otros plagiando, sin poner fuente ni autor. De esta última forma se pueden poner mensajes como el que hace churros, y como el bolero de Ravel: variación sobre el mismo tema. Pero mientra se lo aplaudan y rellene la página, pues todos contento y llenos de gozo … al ver a María con su esposo, como dice el villancico.
Pero vamos a lo tuyo, que es lo interesante. De verdad que no me di cuenta que tú me habías dicho que querías insertar mis mensajes en otra comunidad, porque te hubiera dicho que sí, con la condición que al menos dijera la fuente o autor, que no es por una estúpida vanidad, sino que es de justicia que así se haga. Los esfuerzos más o menos intelectuales de las personas, hay que respetarlo y no aprovecharse del trabajo literario, o humorísticos, de sus respectivos autores, o autoras, quitándole sus nombres y “encasquetándose” el de uno. Hay muchas personas que así lo hacen, engañándose ellas mismas, pues es fácil saber de dónde proceden los escritos, tantos poéticos como en prosa. Pero la vanidad les vence, y el plagio las hace más realizadas. Son pobres personas que le faltan la autoestima.
Así que, amiga CELIAN, no tengo inconveniente de ninguna clase que así lo hagas: poner en otra comunidad lo que creas bien de lo que mando y, además, agradecértelo por tú buena intención.
Así que te ruego te quites el mal sabor que te ha producido mi escrito anterior, que te lo reitero, no me refería a ti en este caso concreto. Más bien fue una conversación entre personas “normales”, que se desahogan contándose sus decepciones. ¿Me explico? Pues así fue, amiga CELIA. Por eso te ruego que te quites el pasmo causado, y tómatelo más bien como una confianza que he tenido contigo en contarte mi enfado con los, y las, que se aprovechan de los “trenes baratos”.
Si necesitaras de más explicaciones, no tengas reparos en decírmelo, pues te atenderé como bien te mereces por tu sinceridad y buen hacer.
Con todo mi afecto posible, amiga.
Frank.