
Debería empezar el día con un propósito en mente. Empezar sin ningún deseo en especial, es un poco apático.
Si me pongo a pensar, habría mil cosas que poder desear para mí; pero como ya estoy convencida de que esas cosas nunca las conseguiré, debería crearme nuevos anhelos.
Yo ahora deseo para otros, antes también lo hacía, pero los compartía con mis pasiones. Ahora pienso que otras personas lo necesitarán más; o por cariño hacia ellas les deseo lo mejor.
Como no me queda más remedio que buscar un propósito para afanarme por algo, he decidido que será el de ser fuerte y voluntariosa. Hoy no cederé en nada que me haga perder el amor que me debo a mí misma. Hoy sabré guardar mi lugar, el que ocupo, y me corresponde como persona

|