El Caballo de Fuego es una criatura dinámica, con un vigor tal que promete mantener la frescura de la juventud hasta el final de sus días. La voluntad y el espíritu de un Caballo de Fuego no pueden romperse. Este Caballo
se mueve a través de la vida con paciencia, filosofía y la habilidad de plantar cara a las adversidades por muy difíciles que sean las circunstancias. En tiempos de soledad, los Caballos de Fuego también tienen una insaciable necesidad de estímulo intelectual y
satisfacen su curiosidad por aprender a través de la lectura, de escuchar, de conversar y de viajar. Los Caballos de Fuego son líderes inspirados, respetados. Animan a sus subordinados con amabilidad y el grado justo de disciplina. Se adaptan muy bien a cualquier circunstancia de la vida. La recompensa financiera por todas estas cualidades se queda a medio camino: ni demasiado boyante ni demasiado terrible, pero siempre confortable. Enamorarse de un Caballo de Fuego supone un arrebato de pasión. Estos nobles Caballos son generosos con su amor, colmando a sus parejas de besos y abrazos. Sus amantes saben siempre que pueden contar con ellos, porque los Caballos de Fuego demuestran su amor cada día a través de sus acciones. Cada día es un suave y tierno poema de amor...
D/R
Este escrito es una metáfora,
transpuesta al ser humano.
Has tocado mi punto de debilidad.
El caballo,mi animal preferido.
Te regalo esta imagen.
Quetal