¡Playa desierta!
Un aire fresco corre,
una brisa marina me acaricia la cara,
las gaviotas vuelan y cantan.
La playa está desierta,
el siempre misterioso mar en calma,
solo se percibe el rumor de las leves olas,
en esta otoñal tarde de soledad en mi alma.
Con la mirada perdida
hacia el lejano horizonte,
un día más vuelvo a contemplar
el ocaso con brillante luz anaranjada.
Siento felicidad plena,
admirando tal maravilla de la naturaleza,
en la bella playa de dorada arena,
he conseguido la paz con tanta belleza en esta…
Playa desierta.
Soledad Gª Baena