Cada persona expresa sus sentimientos por los demás de forma diferente. A veces pensamos que alguien adula, y no tiene por qué ser así. Si una persona ve cualidades en otro, y lo expresa, aunque nosotros no las veamos, lo tenemos que respetar como algo válido. No es malo decir al resto las cosas que hacen bien. Siempre somos propensos a decir sólo lo malo.
Todo esto viene a cuento de que se decía que Miguel Hernández era adulador, y pienso que quizá estarían equivocados. Las personas que se expresan con admiración al hablarle a otros, no tienen por qué estar adulando, sino expresando lo que verdaderamente sienten.
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