Pueden ser milagrosas las palabras. Pueden darte la alegría en los momentos más planos, son como una luz que todo lo enciende, que te sujeta, te eleva...
Sé que uno no debería depender de nadie para sentirse feliz, pero es inevitable que las palabras del otro, su presencia, hagan que puedas ser la persona más dichosa del Universo.
No sucede con todas las palabras, pero si con las que se prodiga la persona que amas
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