De ante eran…
¡Despacito voy, andando
por las calles y sigo taconeando,
taconeo firme, vivo, descarado, con arte
orgullosa estoy de mis zapatitos de ante!
Como alas de palomas son mis pies,
por eso no es extraño que se paren a mirar
y digan, ¡que zapatos dignos de admirar,
son andares de reina, una y otra vez!
La tarde cae, y se acaba la aventura,
es la hora de volver con felicidad,
lo que he vivido hoy, no he de olvidar.
¡Zapatitos de ante siempre perduran,
pasito a paso me olvidé de la soledad,
sí, los guardaré se vayan a estropear!
Soledad García Baena