|
He pensado que te quiero
como azul que duerme
las noches
con el beso de las mañanas.
Que el carbón
esculpido con las cenizas
de mi vida
hoy reluce diamante
bajo la sombra
del
martilleo de tu corazón.
Que entre las sombras
ocultas
en mis manos
tu luz da compañia
a mis sueños
solitarios.
Que tus besos
son el manantial
donde fluyen
los latidos
que me dan la vida,
bajo la corriente
peregrina
de la sangre cautiva
en la sed
que calma mi corazón.
Que
en el desierto
viviente
de mis ojos marchitos
alimentados
por la luz de los cristales
rotos
por la sal de mis lagrimas,
has
plantado la caricia
que ha florecido
mis pupilas.
He pensado
que este silencio que besa
la falla
de mis pensamientos,
será siempre el vino
que de aroma y vid
bajo la corriente
peregrina
de la sangre cautiva
en la sed
que calma mi corazón.
Que
en el desierto
viviente
de mis ojos marchitos
alimentados
por la luz de los cristales
rotos
por la sal de mis lagrimas,
as
plantado la caricia
que ha florecido
mis pupilas.
He pensado
que este silencio que besa
la falla
de mis pensamientos,
será siempre el vino
que de aroma y vida
a mi corazón.
Hoy he pensado que te quiero.
|
Tema anterior
Primer 