su tiempo ya se terminó.
Con las hojas amarillas,
me haré un almohadón donde poder posar mi cabeza.
Donde poder soñar que volverán las dulces golondrinas
a posarse en mi ventana.
Con el ruido de las hojas bajo mi cabeza,
escucharé el sollozo del otoño diciéndome que no es un adios,
si no, un hasta pronto...
Que el próximo verano aun podré escuchar
el sonido del violín al tocar las cuerdas de mi corazón.
Que el sol dará más calor, y luz en mis ojos...
Que sus rayos alimentarán las semillas que cayeron a la tierra,
y de nuevo germinarán.
Deja de suspirar dulce flor del té!!.
Tús lagrimas me pueden contagiar.
El otoño y el invierno pasarán,
y pronto de nuevo en los campos tu amarillo florecerá
.
Mi corazón en otoño con su triste canción,
se encoge y queda chiquito como estos capullitos.
A veces llora por el tiempo que se fue y no volverá.
El sonido de las cuerdas del violín del otoño,
emiten profundos sollozos,
angustias y ahogos extraños, que hieren mi alma...
cuando el violín entona la canción del otoño,
en sus desnudas ramas.