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Detrás de la penumbra
y la bruma del mar,
¿ No has visto ?
está tu estrella.
Tras de ese velo gris
de tus desvelos,
cuando levanta el viento
la cortina de niebla,
está tu cielo azul
interminable,
sereno y vivo,
más compañero que nunca
de tus pensamientos pequeños,
tan gigantes...
Quién pudiera ser abrazo
que vistiera tu piel
cada mañana...
Quién beso interminable,
quién amigo, quién poeta
que te cante...
Quien esclavo que te sirva,
quién el oído que aprende
cada latir de tu corazón
abierto y transparente...
Detrás de la penumbra
Está tu estrella, grande
como tu nombre y tu sonrisa.
Como eres tú, Carmen,
princesa:
Tan fácil de querer, tan difícil
decirlo con palabras.
No me cabe este abrazo en un mensaje.
Pero mira detrás, mira tu estrella. La conozco. Brilla en la más profunda oscuridad de la noche. Como tu sonrisa, como tú misma. Todos los vientos soplan a favor.
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