![](http://images.imagehotel.net/pq78ar89j0.jpg)
Cuando llega el otoño, millones y millones de mariposas inician su largo viaje hacia el sur, desde las tierras frías de la América del Norte.
Un río fluye, entonces, a lo largo del cielo: el suave oleaje, olas de alas, va dejando, a su paso,
un esplendor de color naranja en las alturas.
Las mariposas vuelan sobre montañas y praderas y playas y ciudades y desiertos. Pesan poco más que el aire. Durante los cuatro mil quilómetros de travesía, unas cuantas caen volteadas por el cansancio, los vientos o las lluvias; pero las muchas que resisten aterrizan, por fin, en los bosques del centro de México.
Allí descubren ese reino jamás visto, que desde lejos las llamaba. Para volar han nacido: para volar este vuelo.
Después, regresan a casa. Y allá en el norte, mueren. Al año siguiente, cuando llega el otoño,
millones y millones de mariposas inician su largo viaje”…
|