
Dicen que hay preguntas que no tienen respuesta, pero yo pienso que todo, absolutamente todo, la tiene. Cosa diferente es que seamos capaces de encontrarla. Esto no es tan malo, porque hace que algunas cosas sean misteriosas, y avivan nuestro afán por buscarlas.
Hay un dicho que a mi me gusta mucho, pero sé que no es cierto, o al menos a mi no me da resultado. También puede ser que yo soy muy impaciente. Es este: “No preguntes por saber que el tiempo te lo dirá, que no hay cosa más bonita que saber sin preguntar”
La mejor manera de saber es preguntando, y si no preguntas…no aprendes tanto. También debo reconocer que a veces preguntar mucho puede molestar, se hace embarazoso para la persona que tiene que responder; y es que cada uno tiene su mundo con sus propios secretos que no le gusta que sean revelados.
Desnudarse totalmente ante el otro, hace que se pierda el interés por conocernos. De esto se deduce, que tenemos afán por saber y descubrir, pero que valoramos mucho más lo no sabido, lo misterioso.


|