¿Sabías por qué PENDER DE UN HILO es una expresión con la que se explica el gran riesgo de ruina de una cosa?
Se dice que pende de un hilo la suerte o el hado de aquello que se halla en inminente peligro. Pende de un hilo, pues, la vida de un moribundo.
La frase tiene su origen en la mitología clásica, concretamente en la fábula de las Parcas (o Moiras). Estas divinidades infernales, que hilaban y cortaban la vida de un hombre, eran tres hermanas: Clotho, Lachesis y Atropos.
La primera y más joven de ellas, Clotho, presidía el momento del nacimiento iniciando el hilo del destino de los hombres. La segunda y representada en ocasiones por una mujer madura, Lachesis, era la que hilaba el hilo de la vida. Y la tercera y más vieja —la parca propiamente dicha— era Atropos, la encargada de cortar con las tijeras el hilo de la vida, sin respetar edad, riqueza o poder.
Las Parcas hilaban lana negra para una vida corta y desgraciada y blanca para una vida feliz y prolongada, aunque muchas veces solían mezclar los dos tipos de lana.
Frases como tener la negra o tocarle a uno la negra, aluden al color de la lana de las Parcas y a la expresión del oráculo: blanco venturoso y negro desventurado.