La guitarra flamenca es una mezcla de la guitarra castellana y la morisca.
Es menos pesada que la guitarra clásica
y la caja tiene unas dimensiones que son más estrechas.
Hecha con otras maderas que le dan ese sonido metálico
e incisico tan característico.
La guitarra flamenca alterna el punteado de la guitarra morisca
con el rasgueado de la guitarra castellana,
añadiendo golpes de percusión en la caja, así como trémolos y "falsetas".
Suele estar hecha de maderas de ciprés con el mango de cedro,
para la tapa se suele usar pino abeto.
Tiene la sonoridad requerida para poder ser oída junto al cante,
baile y los jaleos.
En la actualidad, el clavijero más utilizado es el de metal,
ya que el de madera plantea problemas de afinación.