Qué bonito es el amor…
Removiendo sentimientos
me mortifica una pena que oprime mi corazón: Fue el amor que se marchó sin dar ningún cumplimiento.
¿Qué pasó, si no hice nada que yo intentara el dolor al corazón de la amada?
Rememorando cuestiones de aquel diálogo al calor, yo no encuentro las razones, pero me oprime el dolor...
Haciendo mil conjeturas: ¿es que se quiere alejar al no sentirme apreciado, porque otro amor ha encontrado de sus mejores venturas?
Lo que no puedo olvidar, de la cita en la ventana, aquel momento acordado que retengo en mi interior:
“Espérame, por favor, me está llamando mi hermana"...
Fue la única razón en su crédito acordado. Contemplando su belleza, pensamientos a la par,
la sospecha me impelía del momento lo peor, y la ilusión repetía:
¡que bonito es el amor!
Pero en mi ser razonaban conjeturas que me apenan:
Deje palabras quien ame pues sin obras todas vuelan, porque palabras y plumas dicen que el viento las lleva.
Félix Abad Sánchez
(Amigo de hace muchos años)
|