
¿Sabías por qué HASTA QUE SAN JUAN BAJE EL DEDO es esperar eternamente?
Decir que algo ocurrirá cuando San Juan baje el dedo es lo mismo que decir que no ocurrirá nunca.
San Juan Bautista fue el último de los profetas que anunciaron la vendida de Cristo y el primero de los testigos de su llegada. Lo señaló con el dedo diciendo: “He aquí el Cordero de Dios”. Por eso, el dedo de San Juan Bautista adquirió una especial relevancia.
Los artistas, que a través del tiempo han creado la imagen de este santo en esculturas o pinturas, siempre lo han representado con el dedo índice levantado. Así ocurre en un paso procesional muy popular en la Semana Santa andaluza, en el que San Juan Bautista señala con el dedo hacia una banderola donde se lee Ecce agnus Dei, ‘he ahí el Cordero de Dios’, en latín.
El pueblo, a fuerza de ver la imagen del santo siempre con el dedo levantado, ha concedido que esto jamás cambiará. Esperar que un santo de madera baje el dedo es tanto como esperar por siempre.
Así la expresión se emplea cuando queremos desengañar a alguien de algo que desea o queremos quitarle las esperanzas acerca de un hecho que espera y que no ocurrirá.
Esta mujé se ríe.