Amiga Quetal. No he puesto el texto del
evangelio, sencillamente, porque no venía
en el articulo de Eclesalia de donde lo
he copiado. No obstante a eso,no creo que
ni Eclesalia, ni Pagola, intenten "ocupar"
la Palabra del Evangelio. ¿Cuantos libros
y sermones están sin referirse a los textos
de los evangelios? Pues nada, para que
no haya molestia, pongo el evangelio que
se refiere al domingo 12 de diciembre.
Evangelio del domingo 12 de diciembre de 2010
Juan el Bautista oyó hablar en la cárcel de las obras de Cristo, y mandó a dos de sus discípulos para preguntarle: "¿Eres tú el que ha de venir o debemos esperar a otro?". Jesús les respondió: "Vayan a contar a Juan lo que ustedes oyen y ven: los ciegos ven y los paralíticos caminan; los leprosos son purificados y los sordos oyen; los muertos resucitan y la Buena Noticia es anunciada a los pobres.
¡Y feliz aquel para quien yo no sea motivo de tropiezo!".
Mientras los enviados de Juan se retiraban, Jesús empezó a hablar de él a la multitud, diciendo: "¿Qué fueron a ver al desierto? ¿Una caña agitada por el viento? ¿Qué fueron a ver? ¿Un hombre vestido con refinamiento? Los que se visten de esa manera viven en los palacios de los reyes. ¿Qué fueron a ver entonces? ¿Un profeta? Les aseguro que sí, y más que un profeta.
El es aquel de quien está escrito: Yo envío a mi mensajero delante de ti, para prepararte el camino. Les aseguro que no ha nacido ningún hombre más grande que Juan el Bautista; y sin embargo, el más pequeño en el Reino de los Cielos es más grande que él (Mt 11,2-11).

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