Beber vino: una terapia saludable
Una serie de estudios recientes sugieren que el consumo moderado de alcohol por personas mayores de 60 años resulta en un menor riesgo de adquisición de la enfermedad de Alzheimer y otras demencias. Esta es sin duda una fantástica noticia para los amantes del vino y aquellos bebedores asiduos (pero moderados) que desean probar las maravillosas bondades que ofrecen las uvas.
A través de dos años de estudios realizados con más de 28.000 personas, se encontró que el 45% de los hombres y el 27% de las mujeres redujeron su riesgo de demencia mediante el consumo de 1 a 28 copas de vino por semana, en comparación con las personas que se abstuvieron de beber. Este estudio ha dado resultado otras causas que valen la pena analizar: un porcentaje cercano al 70% de los bebedores ocasionales redujeron las tasas de muerte por infarto, aumentando así la calidad de vida de los que padecen hipertensión arterial.
Los resultados tienen sentido, teniendo en cuenta que ya sabemos que el vino se puede beber para reducir las tasas de colesterol, mejorar el flujo de sangre al cerebro y ayuda a la disminución de la coagulación de la sangre, lo cual puede reducir el riesgo de demencia.
Así que ahí lo tienes, una razón más para disfrutar sin culpa de una copa de vino.
Si ya lo sabíamos nosotros, ¿verdad? que un vino de calidad tiene que sentar bien forzosamente. Y lo mejor, hacerlo en la mejor compañía y en el mejor entorno.
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