
Fui prisionero, de tu mirar
del enigma que suponía
de la incertidumbre que poseía;
tenia ganas de rezar.
A los Dioses pediría
que tu Alma libre estuviera
que tu mirada sostuvieras
y mi plegaria oirías.. ¿Fueron tus ojos,
con ese mirar insolente,
con ésa mirada absorbente,
como si fuese antojo
Me atrapaste con la mirada
como insignificante insecto
como si tuvieses el proyecto
de convertirme en Todo o en Nada.
Al mirarte a la cara,
entreví el Paraíso
no sería más conciso
si de la Gloria tratara


|