¿Quién Deba Agradar A Quién?
Para reflexionar...(27/01/11) ¿Quién Deba Agradar A Quién?
"... no como para agradar a los hombres, sino a Dios, que prueba nuestros corazones" (1 Tesalonicenses 2:4).
Una profesora, de la Clase Bíblica, estaba examinando sus alumnos después de una serie de lecciones sobre la Omnipotencia de Dios. Ella preguntó: "¿Existe un algo que Dios no puede hacer?" Hubo un momento de silencio y, entonces, un niño levantó la mano. Sorpresa y desapuntada, por haber enseñado que "todo es posible para Dios", ella preguntó: "me diga, ¿qué Dios no puede hacer?" "Dios", contestó el niño, "no puede agradar a todo el mundo."
Esta respuesta parece tratar-si apenas de un dicho popular, sin embargo, nosotros a tornamos verdadera. Él demostró todo Su amor al enviar Su Hijo para pagar el precio de nuestros pecados, y nosotros lo rechazamos. Afirmó que jamás nos abandonaría y nosotros murmuramos, diciendo que Dios se olvidó de nosotros. Él prometió abrir la ventana de los cielos para nosotros y queixamonos de que Dios no se importa con nuestras necesidades. Él afirmó que somos más que vencedores y vivimos como eternos derrotados. Él nos enseñó a confiar en él en todas las ocasiones y preferimos confiar en nosotros mismos, mismo despues varios tropezones y caídas.
Si el día está muy caliente... no podemos ir al templo adorar al Señor. Se está un poco frío... no voy a salir a la reunión de oración porque podré coger un resfriado. Si está lloviendo... es mejor quedarse en casa y hacer mis oraciones allí mismo. Hay siempre una disculpa a no busquemos la presencia de nuestro Dios.
Pedimos a Dios una colocación y Él nos da. Pero, ¿por qué nos dio luego ése? ¡el otro sería muy mejor! Pedimos un aumento de salario y Dios nos atiende. Pero, mi colega gana más que yo y Dios podería darme un poco más. Pedimos una casa, para salir del alquiler y Dios nos da. Pero, esa casa es pequeña y me gustaría una casa más amplia y confortable. Pedimos un coche y Dios nos da. Pero, el coche de mi vecino es más bonito y más nuevo, ¿por qué Dios me dio un coche tan malo?
¡Y así vamos, murmurando por todo! Y todo cuanto cité es material. Qué yo debía buscar del Señor es una vida espiritual plena y abundante. Debía buscar estar delante del Señor en santidad y fe, en amor y obediencia, en alabanza y adoración. Si actuase así, con toda certeza, nos agradaríamos de todo cuanto el Señor nos da.
La felicidad no consiste en esperar que Dios nos agrade y sí que nuestra vida agrade a Dios.
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Paulo Barbosa Un ciego en el Internet
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