Al justo tiempo de amar silencio con suavidad cariñosa realidad la dicha de disfrutar mujer Ese cuerpo de ese templo tan sagrado con ternura acariciado el afán de complacer
Y mil besos de ilusión me reclamaban tus labios tibieza que era resabio preludio de la pasión
Era estado de embeleso era magia, era placer la manera de querer de un romántico confeso
|