
Si mi escasa mente el don tuviera de poner mi vida en movimiento, tomaría de tu mar tranquilo viento y en un lugar de amor, mi barco hundiera.
Si en la espuma delicada mantuviera esa buena singladura sin tormento, gozaría del placer con fundamento y por mucho que viviese, te quisiera.
Si a tu puerto le llega este lamento que predica peticiones deliciosas, ¿ me darías lo que acabe mi tormento?
He llegado con las flores mas hermosas con el gesto suplicante en este cuento, esperando tus caricias deliciosas.
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En la calma de ese mar tibio y sereno con sus olas apacibles, sosegadas hago gala de los dones de las hadas con hechizo creo para ti, un amor pleno
Si en mi mano yo tuviese esa varita que con magia prodigiosa diese vida a ese sueño, a ese amor, diese cabida un milagro a este amor, que lo emérita.
A esa suplica de amor, doy acogida y la abrazo con pasión y sentimiento a la espera que concluya su lamento.
Con las flores de ilusión haré portento a este cuento feliz de fantasía que servido a tu a merced, vendrá algún día.


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