Iré contigo al lugar donde la luna duerme.
Allí el rayo nace, y la lluvia se aposenta.
En el pico más alto de una montaña abrupta,
viviremos los dos.
Baja de tu haz de luz a tomar mi mano,
revienta el mármol vetado que me cubre.
He de ser junto a ti la lumbre que da calor a la tierra.
Aparta esta cortina de bruma que hoy nos separa,
y toma el azahar de los naranjos que dan vida a este huerto.
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