Distancia que te entrometes
entre el amor y el recuerdo,
con la maldita costumbre
de alejarme de mi dueño.
No silencies lo que quiero
ya no calles lo que siento,
si las cenizas reviven
con solo acercarse al fuego.
No procedas altanera
ni desafíes mis ruegos,
pues no conoces ni un ápice
lo que guardo yo en mi pecho.
Distancia ya no te ufanes
de tu triunfo pasajero,
pues mi amor lleva un mensaje
en la caricia del viento.