Del Profeta Oséas, Cap. 11
" Cuanto más yo los llamaba, tanto más se alejaban de mí…
Yo con todo eso enseñaba a andar al mismo Efraín, tomándole de los brazos; y no conoció que yo le cuidaba. 4 Con cuerdas humanas los atraje, con cuerdas de amor; y fui para ellos como los que alzan el yugo de sobre su cerviz, y puse delante de ellos la comida.
¿Cómo podré abandonarte, oh Efraín? ¿Te entregaré yo, Israel?
Mi corazón se conmueve dentro de mí, se inflama toda mi compasión. 9
No ejecutaré el ardor de mi ira, ni volveré para destruir a Efraín; porque Dios soy, y no hombre, el Santo en medio de ti.”
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Quetal
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