El 18 por ciento -unos seis mil - aproximadamente del total de los sacerdotes en España están casados, muchos ofician celebraciones litúrgicas en comunidades de base y una parte minoritaria de ellos ejerce su ministerio pastoral en distintas parroquias con el conocimiento tácito de la jerarquía.
Estas cifras, facilitadas por Julio Pérez Pinillos con motivo de la presentación el pasado año de su libro “Los curas obreros en España”, constituye una realidad de la Iglesia católica en todo el mundo, donde unos cien mil sacerdotes están casados.
Pinillos, sacerdote secularizado, casado y con tres hijas, pasó de cura obrero y de presidir la federación internacional de sacerdotes católicos casados, a trabajar en la enseñanza en un colegio del barrio madrileño de Vallecas y a ejercer su ministerio pastoral en distintas parroquias.
Para Pinillos, así como para una amplia representación de teólogos progresistas y de movimientos cristianos de base, el celibato impuesto por ley no tiene soporte en la Biblia, ni en la Tradición, ni en la Teología, así como tampoco en una hipotética mayor madurez espiritual-afectiva, ni en un mejor servicio a la comunidad cristiana descentralizada.
En España, y con el fin de coordinar el colectivo de curas casados, existen dos asociaciones con el mismo objetivo de conseguir el reconocimiento del celibato opcional en la Iglesia católica: ASCE (Asociación de Sacerdotes Casados de España) y MOCEOP (Movimiento por el Celibato Opcional).
Para los responsables de estas asociaciones José María Lorenzo (ASCE) y Julio Pérez Pinillos (MOCEOP), el objetivo fundamental con el que nacieron ambos grupos fue el de trabajar por la reinserción del sacerdote casado en el ejercicio ministerial, y enriquecer éste con la experiencia de la familia-hogar y trabajo profesional.
Mientras que el descenso de vocaciones para el sacerdocio y para la vida religiosa sigue creciendo en Europa y la polémica sobre el celibato obligatorio sigue abierta, la Iglesia ha venido adoptando una serie de fórmulas temporales sobre esta cuestión.
Desde el reconocimiento tácito en algunas diócesis y parroquias del ejercicio ministerial de los sacerdotes casados, sobre todo con pequeñas comunidades, hasta permitir a los pastores anglicanos casados que se convierten al catolicismo que puedan seguir viviendo con sus esposas.
En esta línea, en agosto de 2005, se ordenaba como sacerdote católico, en la localidad de La Laguna (Tenerife), el pastor anglicano Evans David Gliwitzki , primer caso en España de ordenación de un ministro anglicano casado y con dos hijas, informó entonces el Obispado de Tenerife.
Tras la ordenación sacerdotal, señaló el obispado, “Evans David Gliwitzki, por supuesto, seguirá estando casado con su esposa, Patricia”, y precisó que ésta no es una vía de acceso a la abolición del celibato católico “sino una muy singular excepción en consideración a su situación”.
Desde la vida religiosa hay sectores que se muestran tolerantes con la abolición del celibato obligatorio, aunque sólo para el caso de los sacerdotes.
En esta línea, el ex presidente de la Conferencia de Religiosos españoles (CONFER), Ignacio Zabala, reconoció durante un almuerzo con periodistas en enero de 2004, que mientras el celibato “es el ‘abc’ de la vida religiosa” y “un valor que no discute nadie”, en el caso del sacerdote secular la obligatoriedad del mismo “se puede discutir”.
Ignacio Zabala, marianista, agregó que “sería malo llegar al celibato opcional” como respuesta a la falta de vocaciones al sacerdocio”, pero recordó que en la Iglesia católica existen sacerdotes casados por el rito oriental o no latino, que están en perfecta comunión con Roma