Empiezan a caer las hojas de mi atardecer
van poblando las calles de melancolía,
van derrumbándose las horas mustias
me cubre la hojarasca de un otoño,
teñidas de frío y de ausencias
de un ayer que sembré en la piel
;el alma quebradiza como hoja seca,
entre el amor y el olvido queda estancada,
la arrastra el viento hacia el mar
de una eterna infelicidad.
Sentada en el ocaso de este amor
veo reflejarse en el agua la luna,
esa, la que guarda un imposible,
la que ahoga en el río otro desamor,
la que se lleva lo que más amé...
desnuda siento adentro esta tristeza
esperando ese tiempo que quede por vivir,
apagando las lunas ahora que estoy sin él.En esta nostalgia ya no caben lágrimas,
es aún mas fuerte el dolor de la soledad,
el espejo de mi realidad y este cansancio
que llevo de andar y en la marchitez;
por el destino me dejaré llevar,
por esa fe que abandoné
por los remordimientos que pesan
por este desamor que me reduce a nada
Entre silencios veo el otoño llegar,
con su hojarasca dorada y marchita
a sepultar las penas del pasado,
para olvidar lo que no fue…
las hojas caen como llovizna seca
sobre los sueños convertidos en polvo
sobre una mujer rota y anónima
sobre esta calle ciega, sin principio ni final