Quien diría que hace tanto que te buscaba,
ni en sueños te soñaba,
tú que estabas a tantos kilómetros,
luchando por despuntar en el alba.
Ni el más remoto rincón de mi ser,
podía anhelar la frescura recibida,
con el aire que traes contigo,
al batir de tus alas recién estrenadas.
Me duele aun el pensar,
que te puedo perder sin más,
como si fueras un copo de nieve,
que se derrite con solo mirar.
Cada mirada, cada gesto, denota ansiedad,
por tanto que hay por conseguir,
tanto que hay por retener,
solo temo despertar y que todo haya sido un sueño
Ni al más pésimo de mis sueños puedo yo ignorar,
y que al fin se pueda materializar,
dar al traste con todo lo construido
y quedarme sin ti como antes de empezar.
Volveré la vista atrás, algo que no debo hacer jamás,
pues lo vivido, vivido está y remedio no tiene ya,
pero, ¿quien no mira nunca el pasado?
pues en él esta la sabiduría de nuestro andar de hoy
|