"Te amé demasiado tarde,
belleza tan antigua y tan nueva, Te amé demasiado tarde!
Pero he aquí: Tu estabas dentro de mí, cuando yo estaba fuera, y te buscaba; en mi fealdad,me precipité hacia la gracia de tus criaturas.
Tú estabas conmigo, y yo no estaba contigo. Ellas me mantenían lejos de ti, estas cosas que no existirían si no existieran en ti.
Tu me llamaste, me gritaste, has vencido mi sordera; Has resplandecido, y has disipado mi ceguera (...) Te he probado, y tengo hambre de ti,
Me tocaste y yo ardo por lograr la paz que está en tí. "
San Agustín
Quetal
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