
¡Tenerte!
y solo poder tenerte
entre abrazos de agua y besos de luna.
¡Tenerte!
en forma de sonrisa perenne dentro mis sueños nocturnos,
moldeando tu forma divina, con mis fantasías
de posibles futuros,
¡Tenerte!
y no poder dormirme en tus labios
al ponerse el sol,
ni despertar sobre el amanecer de tu pecho
al levantar el día.
¡Tenerte!
y no sentir la música de tus pétalos
al abrirse cada día,
o el suspiro de tus párpados
al cerrarse los balcones de tus ojos.
Y aún así…
te tengo a todas horas
navegando por los mares de mi alma,
por las ríos de mis venas,
por los fondos arcanos de mí mismo.
Tenerte, amor mío, tenerte
¡tenerte... para siempre!
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