
La mujer no tiene que ser solo hermosa, Tiene que ser cariñosa, simpática, Femenina, encantadora y sincera. Tiene que tener su hermosura en el corazón, Porque la hermosura del cuerpo es etérea, El tiempo se la roba, aunque ella crea Que nunca perderá su hermosura, La física no es la que perdura, La del corazón se mantiene, En el corazón se encierra la verdadera belleza. Esa belleza nunca se pierde, En el interior, en nuestro corazón, Es donde realmente está la auténtica verdad. La verdad que debemos mantener, Y debemos olvidarnos de esa hermosura Que solo nos miente, con una imagen Que nos engaña, porque no deja ver, No puede llegar nunca a dejar ver, La hermosura que encierra en su interior, La verdadera, la que nunca nos abandona. Y aunque el tiempo pase, Nunca cambiará su belleza, Porque el corazón nunca cambia, Y esa es su gran grandeza.


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