Zaragoza.- Hace días, la madre superiora del convento Santa Lucía de Zaragoza denunciaba a la policía que un ladrón les había robado un millón y medio de euros que tenían guardados en bolsas de basura en un armario del monasterio. Días después, las religiosas han cambiado su versión sobre la cantidad y aseguran que en realidad lo que tenían ahorrado eran 450.000 euros.

Según una hipótesis cercana a los investigadores del caso, el 1 de marzo las monjas podrían haber modificado sus declaraciones "seguramente alertadas de que semejante cantidad podría ser constitutiva de delito fiscal". El penalista que defiende a las religiosas, Jesús García Huici, contradice la versión policial que trascendió a la prensa y asegura que las monjas nunca dijeron que les habían robado un millón y medio de euros.

Además, no han sido las únicas palabras que han querido matizar las monjas de clausura de Santa Lucía en las últimas horas. A través de su abogado, las religiosas han explicado que las cantidades robadas están debidamente "documentadas" y que son "ahorros de mucho tiempo", procedentes de sus actividades en el convento, fundamentalmente, la restauración de libros antiguos y la venta de cuadros de Isabel Guerra, la monja pintora. Además, el letrado aseguró que todas las cantidades tienen un CIF y están declaradas a efectos fiscales, por lo que no tendrán problema en demostrar su origen.

En cualquier caso, la Policía Nacional ha remitido un informe a la Agencia Tributaria que exigirá a la congregación de Zaragoza que justifique exactamente la procedencia del dinero que guardaban las monjas en el armario. Jesús García Huici ha respondido que no creía que fuese necesario que sus representadas deban probar de dónde procede. "No están acostumbradas a dar explicaciones de lo que hacen", argumentó el abogado, que no perdió la oportunidad de recordar que en el convento vive Isabel Guerra, la monja con un estilo hiperrealista, muy cotizada en el mundo del arte.

Además el portavoz de las religiosas quiso aclarar a la prensa que, casualmente, una parte del dinero la acababan de sacar de su cuenta bancaria porque tenían previsto dar varias cantidades en efectivo como limosna. Jesús García Huici también quiso explicar que no sólo había billetes de 500 euros en las bolsas, como en principio se había dicho, sino "distintos tipos de billetes".

La investigación policial de las últimas horas ha confirmado la primera hipótesis que se barajaba: que el autor del robo en el convento pertenecía al entorno de las monjas, ya que sólo se forzaron las cerraduras necesarias, por lo que el ladrón o ladrones sabían perfectamente dónde estaba guardado el dinero. Además, la investigación sigue apuntando a que los hechos ocurrieron el domingo, el día en el que el convento abre sus puertas durante casi dos horas para que los fieles acudan a misa. Aunque la Brigada Provincial de la Policía Judicial ha interrogado ya a los principales sospechosos (en su mayoría operarios que habían trabajado en el pasado dentro del convento de Zaragoza), aún no hay ningún imputado por el delito.